Si invitan al Espíritu en cada aspecto de su vida y tratan de seguir Sus impresiones, estarán justo donde necesitan estar en el momento adecuado, con la preparación y el conocimiento adecuados para emitir la luz de Cristo dondequiera que Dios les ponga.
Tenemos la intención de modificar esta traducción cuando sea necesario. Si tiene sugerencias, por favor mándenos un correo a speeches.spa@byu.edu
¡Qué gozo es estar aquí con ustedes hoy! Quisiera compartirles brevemente la experiencia espiritual que acompañó esta asignación. Cuando dije que daría un devocional de BYU, sentí lo que solo puedo describir como un impulso del Espíritu. Inmediatamente sentí el increíble amor que Dios tiene por todos ustedes. Y sentí la magnitud de esta responsabilidad de compartir un mensaje significativo que invite al Espíritu durante este tiempo que ha sido específicamente reservado y dedicado para que ustedes tomen un descanso de sus estudios y permitan que el Espíritu Santo sea el maestro. Mis palabras no son tan importantes como lo es el mensaje que el Espíritu Santo quiere que sientan hoy en sus corazones. Ruego que juntos podamos apreciar los suaves susurros del Espíritu.
Reflejos de luz
Hoy quiero hablarles acerca de reflejar la luz de Cristo en el camino de llegar a ser ustedes mismos. A medida que nuevos templos continúan cubriendo la tierra, ellos añaden mucha luz y alegría al mundo. En especial, me gusta ver los vitrales diseñados exclusivamente para cada templo. Me encanta cómo las imágenes incorporan relevancia local, ya que reflejan la belleza de las creaciones de Dios que son específicas de la zona, como la flor de hibisco que se puede encontrar en el Templo de Laie, Hawái, y las hojas de olivo que se entrelazan en todo el Templo de Roma, Italia. Hace poco me dijeron que, si se elimina toda la estructura del edificio del nuevo Templo de Orem, Utah, dejando solo las ventanas, ellas se combinarían para formar un cerezo gigante y hermoso. Estas imágenes magnifican la mano de Dios en el mundo que nos rodea.
Me fascina el hermoso juego de colores y texturas en los vitrales y cómo el artista utiliza una variedad de piezas únicas e irrepetibles que se combinan armoniosamente para crear algo grandioso y hermoso. Al trabajar con plomo y vidrio, el artista tiene el privilegio de colaborar con Dios, quien proporciona el tercer elemento esencial para dar a esta forma de arte su mayor gloria: la luz. Los vitrales son más brillantes cuando reflejan los rayos del sol.
Mi fascinación por el juego de luz en este medio permitió que el Espíritu me inspirara mientras veía la transmisión del lema de los jóvenes de 20241. Un grupo de jóvenes crearon vitrales pequeños de la imagen del nuevo lema. Al hablar de su experiencia, un joven compartió cómo el vidrio era hermoso por sí solo, pero ¡qué increíble!, al alzarlo hacia la luz, el color cambió, y era mucho más vibrante2. Mientras el grupo continuaba hablando acerca de cómo esa transformación se relaciona con la luz de Cristo, mi corazón rebosaba, y este pensamiento se grabó en mi mente: “Eso es exactamente lo que tenemos el privilegio de experimentar aquí en BYU”. No importa cuál sea su campo de estudio, todo lo que están aprendiendo, produciendo, investigando o realizando es hermoso por sí solo, pero ¡qué increíble!, cuando se ilumina con la luz de Cristo, se vuelve más vibrante y magnífico, y así tiene una mayor influencia. No es a pesar de nuestra “doble herencia”3; es directamente debido a nuestra doble herencia —una herencia que combina lo secular y lo espiritual— que podemos iluminar nuestro trabajo con la luz de Cristo y magnificar la gloria de Dios.
Llegar a ser Tú mismo en BYU
¡Estoy muy agradecida de formar parte de la obra que se realiza en este campus!
Es una obra que nos pide que nos apoyemos en nuestra fe, ampliemos nuestra doble herencia y tengamos el valor para ser diferentes mientras nos involucramos en el énfasis del presidente de la universidad C. Shane Reese de “llegar a ser BYU”4. Al unirse a BYU en este esfuerzo, ustedes también se embarcarán en su propio camino de llegar a ser, porque todos nosotros formamos parte de BYU.
En su discurso en la Conferencia General de octubre de 2000, “El desafío de lo que debemos llegar a ser”, el élder Dallin H. Oaks explicó:
A diferencia de las instituciones del mundo, que nos enseñan a saber algo, el evangelio de Jesucristo nos desafía a llegar a ser algo5.
Todos tenemos una lista de cosas por hacer, pero ¿qué hay en su lista de cosas por “llegar a ser”?
Cuando el presidente Spencer W. Kimball pronunció su discurso del segundo siglo en 1975, proporcionó una dirección profética para la lista de BYU de cosas por “llegar a ser”6. Ante la llegada del sesquicentenario de BYU, tenemos la valiosa oportunidad de evaluar y verificar cómo nos va como universidad. Del mismo modo, cada uno de nosotros tiene acceso a la dirección profética para nuestra vida personal a través de bendiciones que dan los fieles patriarcas. Seríamos sabios al comprobar a menudo y evaluar cómo nos va en nuestro propio viaje de llegar a ser. Inviten al Espíritu a que les enseñe lo que necesitan saber ahora mismo para dar los próximos pasos en su camino para convertirse en los seres inspirados de quienes los patriarcas profetizaron.
Mientras servía en la Misión Suiza Zúrich, el presidente Alan Johnson nos desafió a todos los misioneros a memorizar nuestras bendiciones patriarcales y así abrir una puerta para que el Espíritu Santo nos trajera a la mente las palabras exactas para los momentos en los que más las necesitábamos. Al memorizar mi bendición, he descubierto que las palabras del patriarca T. Ardie Adams son como el compañero perfecto; siempre aparecen justo a tiempo, proporcionándome las herramientas exactas que necesito para sobrellevar el desafío frente a mí y ofreciéndome consuelo y ánimo. Los invito a memorizar sus bendiciones patriarcales y así permitir que el Espíritu Santo ilumine su mente con sus palabras que son solo para ustedes, y que son claves en su camino de llegar a ser. Al hacerlo, vislumbrarán la divinidad de su identidad y potencial; así comenzarán a comprenderla.
Hace casi cincuenta años, el presidente Kimball vio el resplandor y las contribuciones que ustedes harían a este campus y al mundo. En su discurso “Educación para la Eternidad” de 1967, compartió: “Es notable que numerosos estudiantes cambien sus vidas en este campus”7.
¡Esos son ustedes!
“Estrellas brillantes”
Más adelante, el presidente Kimball dijo:
Surgirán estrellas brillantes en el drama, la literatura, la música, la escultura, la pintura, la ciencia y en todas las disciplinas del saber. Esta universidad puede ser el anfitrión refinador de muchos de esos individuos que impactarán a hombres y mujeres en todo el mundo aún después de haber dejado este campus8.
Si piensan que esas “estrellas brillantes” de las que habló el presidente Kimball pertenecen a un tiempo futuro en la historia de BYU, que es una profecía aún por cumplirse, quiero decirles que he visto tal grandeza en estudiantes aparentemente comunes y corrientes que caminan hoy por los pasillos de nuestro campus. Estos son estudiantes que acogen la “doble herencia”9 de BYU “por el estudio y . . . por la fe”10. Ellos invitan al Espíritu a sus estudios siguiendo la amonestación del presidente Russell M. Nelson de tener la compañía continua del Espíritu Santo11.
Mientras Tom Holdman (el artista de vitrales) trabajaba en el diseño para el templo de Roma, Italia, creó cientos de pequeños cristales en forma de estrellas que se colocaron en las esquinas de los bordes de las ventanas12. Los bordes de cada cristal se biselaron y se angularon a mano para que pudieran realzar y reflejar la mayor cantidad de luz posible. En manos del artista, el cristal se transforma de un hermoso pedazo de vidrio a una magnífica y brillante estrella.
¿Cómo les está biselando el Salvador? ¿Dónde está cortándoles y moldeándoles para que puedan reflejar al máximo Su luz? Cuando se pongan en las manos del Artista Maestro, Él también puede transformarlos.
Creo que una de las estrellas brillantes de BYU es Jared Steele. Jared no era miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cuando comenzó a estudiar en BYU, ni tampoco mostraba interés por la religión mientras estaba aquí. Solo quería centrarse en completar su educación sin distracciones, y la fama de BYU por el consumo de leche de chocolate en vez de fiestas se ajustaba como anillo al dedo.
Jared trabajó en estrecha colaboración con el profesor Iain Hunter para comprender mejor la biomecánica de la carrera a distancia. Continuó su educación e investigación con rigor. Debido a que la fe está tan perfectamente integrada con la erudición en BYU, en palabras de Jared: “empezó a filtrarse en todo lo que hacía”.
El profesor Hunter, junto con otros estudiantes y profesores del Departamento de Ciencias del Ejercicio de BYU, magnificaron su trabajo a través de la luz de Cristo. Capturaron la esencia de lo que el presidente Kimball llamó “bilingüe”: hablar en el lenguaje de la erudición y el de la fe13. En 2023, Jared fue bautizado por el profesor Matt Seeley y luego confirmado por el profesor Hunter como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Jared compartió: “Siempre solía pensar que la ciencia y la religión eran dos cosas claramente diferentes, pero cuanto más tiempo he estado aquí, puedo ver que realmente se apoyan el uno al otro. A medida que mi fe ha crecido, también ha crecido mi capacidad para ser científico”.
Jared, creo que el presidente Nelson estaría de acuerdo. En la dedicación del Edificio de Ciencias Biológicas de BYU, él dijo: “Ya sea que la verdad provenga de un laboratorio científico o por la revelación del Señor, es compatible”14.
A través de su experiencia con la integración de la fe y la ciencia, Jared descubrió que estaba en el proceso de ser biselado, preparándose para hacer brillar su luz para el mundo.
La investigación de Jared se centró en la “superzapatilla”, una zapatilla de correr que ayuda a los corredores de fondo a reducir su tiempo de carrera. Este es un esfuerzo significativo por sí solo, pero semejante a los vitrales, cuando los ilumina la luz de Cristo, su alcance e impacto son aún más espléndidos. Esto se manifestó cuando Jared se sintió inspirado a extender los beneficios de la zapatilla para bendecir las vidas de innumerables personas.
El padre de Jared había sufrido un ataque al corazón, y Jared participó activamente en el proceso de recuperación. Frecuentemente, él caminaba con su padre, el cual sentía que se quedaba sin aliento después de solo dos minutos. A través de esta experiencia, el Espíritu, que a menudo nos habla mediante los pensamientos, despertó en él la idea de adaptar la superzapatilla para acelerar el tiempo de recuperación de personas con condiciones vulnerables, incluidos los pacientes con ataques cardíacos y cerebrovasculares. Jared estaba seguro de que podía aprovechar la tecnología para hacer que cada paso fuera más eficiente y menos exigente para el cuerpo. En el laboratorio, dedicó tiempo a probar su teoría, con gran éxito.
Como una de las estrellas brillantes de BYU, Jared está listo para compartir su luz y conocimiento a fin de mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren ataques cardíacos y cerebrovasculares, enfermedades o que se están recuperando de cirugías, todo para el beneficio del mundo.
Jared es un gran reflejo de Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.
Al recordar la iniciativa de servicio en el cumpleaños número cien del presidente Nelson, veo a Jared como un gran ejemplo de 99+115. Al comienzo, Jared pudo haber sido la “oveja perdida” cuando llegó por primera vez a BYU, a quien los profesores Hunter y Seeley vieron y sirvieron. Después, Jared asumió rápidamente el papel del noventa y nueve al ministrar a la “oveja perdida” al cuidar a su padre en casa. Cuando Jared sirvió a quien Dios le indicó, Dios pudo mostrarle cómo ampliar su alcance y servir a incontables personas.
Ágata vibrante
Les tengo una historia para aquellos de ustedes que, como yo, ven y a menudo celebran los logros sobresalientes de estas estrellas brillantes mientras ustedes piensan: “Estaban destinados a hacer grandes cosas; estoy feliz de hacer mi pequeña parte y de apoyar de maneras pequeñas y sencillas”.
Cuando Tom Holdman, a quien mencioné anteriormente, estaba trabajando en el Templo de San Antonio, Texas, quería usar piedra de ágata en los vitrales. El ágata parece ser una roca áspera en el exterior, pero puede tener un aspecto vibrante y translúcido en el interior que permite que la luz brille a través de ello, resaltando sus hermosas diferentes capas.
Cuando Tom visitó el terreno del templo y mencionó su intención, el misionero que supervisaba la construcción emocionadamente le guió a un tráiler lleno de piedras ásperas. Le explicó que mientras cavaban los cimientos habían encontrado una cueva llena de rocas. Sin saber muy bien por qué, el misionero de construcción siguió una impresión e instruyó al equipo que sacara y guardara todas las piedras de la cueva antes de proceder con la excavación. Esto resultó en muchas bromas por parte del equipo de construcción, porque ¿quién guarda un montón de piedras? Pero ahora, junto a Tom, ambos de pie frente al tráiler, el misionero sabía por qué tuvo esa impresión. Estas piedras, con sus hermosos interiores de ágata, fueron cuidadosamente preservadas en la tierra, listas para salir a la luz cuando Dios necesitara su esplendor para destacar Su santo templo.
Más tarde, Tom leyó la profecía de Isaías sobre los templos en 3 Nefi 22:12: “Tus ventanas haré de ágatas” (véase también Isaías 54:12). Hoy, Tom trata de incluir un pedazo de esta ágata profetizada en cada templo en el que trabaja16.
Tal vez ustedes son como la piedra de ágata, cubiertos en un exterior áspero con un interior vibrante por descubrir, de hermosos colores y capas de experiencias listas para transmitir la luz de Cristo cuando el Artista Maestro los necesite. Sepan que su tiempo vendrá; Él está al tanto de ustedes y tiene un propósito para ustedes. Si invitan al Espíritu en cada aspecto de su vida y tratan de seguir Sus impresiones, estarán justo donde necesitan estar en el momento adecuado, con la preparación y el conocimiento adecuados para emitir la luz de Cristo dondequiera que Dios les ponga.
Veo esto en Tucker Bateman, un estudiante de microbiología que fue dirigido y preparado para estar en el lugar correcto para que Dios utilizara su esplendor. Tucker creció en una granja, pero decidió asistir a la facultad de medicina. Se sintió dirigido a estudiar microbiología. Estaba aquí en BYU siguiendo sus sueños, y nada iba a disuadirlo de sus aspiraciones. De repente, su padre murió y la escuela de medicina ya no parecía ser lo correcto. Siguiendo las impresiones espirituales, Tucker continuó estudiando microbiología, pero estaba atento a la dirección de Dios. Siguiendo el consejo de un profesor, Tucker entró a la Oficina de Transferencia de Tecnología de BYU buscando información, pero salió con una nueva dirección. El Señor estaba comenzando a cortar el exterior de piedra y se estaba preparando para pulir las capas de la experiencia de Tucker para reflejar una luz que beneficiaría al mundo.
Con su experiencia en agricultura y su educación en microbiología, Tucker ahora está listo para abordar la inseguridad alimentaria de una forma en que nadie más lo está haciendo. “La salinización (la acumulación de sal en la tierra) se está convirtiendo rápidamente en uno de los mayores desafíos para la producción de alimentos en todo el mundo”17. En la actualidad, más de dos mil quinientos millones de acres y millones de familias agrícolas marginales en los países en desarrollo se ven afectadas por la disminución de rendimientos de los cultivos debido al aumento significativo de la concentración de sal en el tierra18. Muchos de estos agricultores de subsistencia viven de dos dólares al día, y aun eso es incierto19. Al trabajar con Michael Davis y Fritz-Carl Morlant, Tucker ha encontrado una solución viable para el problema de la salinidad centrándose en el microbioma. Están en proceso de patentar su innovación.
Debido a que Tucker estuvo dispuesto a escuchar al Espíritu cuando lo dirigió hacia la microbiología para dedicarse a la medicina y luego alejarse de la misma a fin de explorar soluciones innovadoras para un problema cada vez más devastador, el Señor fue capaz de pulir sus capas de experiencia. Colocó a Tucker en el lugar correcto para ir a servir, con el potencial de reducir el hambre y la pobreza en todo el mundo. Me parece interesante que la búsqueda de Tucker en la facultad de medicina no fuera incorrecta, a pesar de que no terminó allí. Más bien, eso sirvió como una guía, enviándolo en la dirección correcta para cumplir un plan más grande que Dios tenía reservado para él. Les animo a tener fe en las indicaciones que Dios pone en su vida y a caminar por caminos inspirados, teniendo la mansedumbre para cambiar de rumbo cuando Él les dirija.
Tucker lo expresó bien cuando dijo: “Creo que Dios siempre trata de enseñarnos a través de las cosas que nos suceden, si estamos dispuestos a aprender. Él inspira nuestras mentes, y tengo fe en que podemos mejorar la vida de los hijos de Dios”.
En su búsqueda de llegar a ser, sepan que si ustedes son una estrella de cristal que el Artista Maestro está en proceso de biselar o un ágata que Dios ha preservado y llevado al lugar correcto en el momento adecuado para compartir su vitalidad y luz, Dios tiene un lugar para ustedes en Su gran obra maestra.
Aceptar su identidad divina
Un paso crítico en el camino de llegar a ser es acoger su identidad divina como un “hijo de Dios”, un “hijo del convenio” y un “discípulo de Cristo”20. La primera identidad es una bendición inherente a cada uno de nosotros; las otras dos son identidades que asumimos.
Hijos de Dios
Quiero que sepan que son hijos de Dios, y Él los conoce. Él los ve y es consciente de sus necesidades. A principios de este año, tuve una experiencia preciosa que me abrió los ojos a Sus simples pero tiernas misericordias. Tuve un día difícil; detuve el proyecto en el que estaba trabajando e hice una pequeña oración en mi escritorio. Al concluir la oración, me vino el pensamiento: “¡Hoy es un día que pide chocolate!”. Tomando esto como revelación directa y personal, salí de mi oficina y me dirigí al Centro Wilkinson a comprar chocolate.
Era un día hermoso, y el patio de la biblioteca estaba lleno de estudiantes almorzando sentados en el césped, hablando, estudiando y disfrutando del buen clima. Sin embargo, hubo una estudiante que me llamó la atención. Sentada en el césped, le dio un bocado a su sándwich mientras le corrían grandes lágrimas por las mejillas. Yo no sabía la carga que llevaba, pero sentí el amor de Dios por una de Sus hijas. Pensé, “Sí, ¡hoy definitivamente es un día que pide chocolate!”.
Entré en la tienda BYU y compré dos barras de chocolate Dove con la intención de compartir una con la estudiante que vi llorar. Empecé a caminar en la dirección donde ella estaba sentada en el césped, pero la duda rápidamente se apoderó de mí: “¿Qué pasa si la apeno?” y “¿Qué voy a decir?”. El Espíritu me empujó, y mientras le extendía la mano para ofrecerle el chocolate, me vino el pensamiento tan claro como si alguien me hablara: “¡Dios te ve!” y le compartí a ella este mensaje.
Mientras me alejaba, vi que todavía le corría una lágrima por la mejilla, pero además tenía una sonrisa, ¡y yo también!
Así que, a la estudiante que vi en el césped y a cada uno de ustedes, les testifico que son hijos de Dios. Él los ve y los ama tanto que incluso enviaría a alguien a comprarles chocolate.
Debemos reconocer esta identidad divina en cada hijo de Dios. El Señor nos invita a detenernos, mirar más allá de nosotros mismos y servirnos los unos a los otros.
Hijos del convenio
Segundo, acepten su identidad como hijos del convenio. En su devocional de marzo de este año, el élder Dale G. Renlund dijo que nuestros convenios “nos transforman, salvan y exaltan”21.
Para cada uno de nosotros, la senda de los convenios comienza con el bautismo. Con este convenio, recibimos el don del Espíritu Santo, que testifica de toda verdad y resalta el valor de la doble herencia de BYU. Con este don, ustedes tienen derecho a la revelación personal en todos sus esfuerzos mientras honren su convenio— y eso incluye en sus estudios aquí en BYU.
El élder David A. Bednar dijo:
Las bendiciones de la compañía constante del Espíritu Santo y el don espiritual de la revelación son fundamentales para . . . el aprendizaje inspirador y vivencial. La dignidad para recibir revelación y la fe para actuar según la revelación que recibimos son claves en estos procesos de aprendizaje22.
Un gran ejemplo de cómo aplicar la revelación a nuestro trabajo y estudios en BYU es el Strong Youth Project (Proyecto de Juventud Fuerte). El programa, iniciado por el profesor Matt Seeley, tiene como objetivo desarrollar personas entusiastas en la actividad física para toda la vida al mejorar la cultura de los deportes juveniles mediante la educación y la aplicación de prácticas basadas en la investigación.
Ben Barton, miembro del equipo de atletismo de BYU que está trabajando en el proyecto, explicó cómo los líderes del programa invitan al espíritu de revelación a su trabajo: “Leemos las Escrituras y oramos para recibir inspiración y respuestas que no habríamos encontrado de otra manera”23.
Callie Floyd, una bailarina que también está trabajando en el proyecto, agregó que ha observado cómo la revelación divina está ayudando en los esfuerzos del equipo: “Pasamos tiempo en el templo para orar, y las ideas empiezan a fluir y todos se ponen de acuerdo”24.
Al invitar al Espíritu a sus estudios, ustedes captarán un destello de la luz que Dios tiene reservada para ustedes. El presidente Thomas S. Monson enfatizó el valor de aprender la forma en que el Espíritu les habla: “Aprendamos el idioma del Espíritu mientras recorremos el camino de la vida”25.
Sigan las impresiones que les lleguen —los pensamientos, los susurros y los corazones henchidos— y serán testigos de cómo se están convirtiendo en una de las estrellas brillantes de las que profetizó el presidente Kimball en su discurso del segundo siglo.
Discípulos de Cristo
Tercero, acepten su identidad como discípulos de Cristo. Aprecien el tiempo que tienen aquí en BYU, donde se ha diseñado un espacio sagrado para invitar al Espíritu a permanecer en todo lo que aprendan, todo lo que hagan y todo lo que sean. Hay un propósito distinto en el plan de Dios para establecer una escuela que educa tanto por el estudio como por la fe, porque tal experiencia sienta las bases y proporciona una educación espiritual sobre cómo ser discípulos de Cristo26. Aquí, pueden convertirse en discípulos-eruditos. Y si aprenden a integrar la fe en todos los esfuerzos de su vida, también pueden convertirse en discípulos-empleados, discípulos-integrantes de la familia, discípulos-amigos, discípulos-vecinos y, en última instancia, discípulos de Cristo que emiten Su luz a quienes encuentren en su camino de llegar a ser.
Tal como dijo el presidente Henry B. Eyring en su discurso en la Conferencia General de abril de 2003:
Su dignidad y sus deseos resplandecerán en su rostro y en sus ojos [como la luz que brilla a través de vitrales]. Su entusiasmo por la Iglesia del Señor y Su obra se pondrán de manifiesto. Ustedes serán Sus discípulos veinticuatro horas al día en toda situación…Hablar de lo que creen será parte de lo que ustedes son27.
El presidente Eyring continuó con su discurso y dio un ejemplo de su padre, quien habló a audiencias de todo el mundo. En una gran convención científica, su padre hizo referencia a la creación y al Creador mientras hablaba de la ciencia.
El joven presidente Eyring declaró: “Papá, diste tu testimonio”, y su padre respondió: “¿Lo hice?”28.
Era simplemente quién él era.
Esto puede ser simplemente quiénes somos también. A medida que crecemos en nuestro discipulado, hablaremos naturalmente de la fe en relación con la ciencia, la ley, el liderazgo, el arte y la humanidad.
BYU es un gran campo de entrenamiento para convertirse en discípulos-eruditos, pero depende de ustedes trasladar eso a su siguiente fase como discípulos-profesionales. En su libro 21 Days Closer to Christ (21 días más cerca de Cristo), Emily Belle Freeman contó una historia de Susan Marinda Bullock, que detalló en sus diarios cuando era enfermera:
Ella oraba antes de visitar a sus pacientes y luego escuchaba la guía que sabía que el Espíritu le enviaría. [Susan] Marinda aprendió a confiar en esa guía. Ella anotó muchos ejemplos de cuando había salvado . . . una vida gracias a que siguió aquellos susurros del Espíritu29.
Aunque personalmente no tengo historias de haber salvado vidas, puedo decirles que siento que mi labor aquí en BYU es una mayordomía sagrada. Conforme he orado sobre proyectos, mi puesto y los increíbles estudiantes con los que puedo trabajar, yo también he escuchado los tiernos susurros del Espíritu, dándome ideas y guía porque Dios se preocupa por la labor que se lleva a cabo en esta universidad. Él se preocupa por ustedes.
Al estar enfrente de una instalación de arte en la facultad de derecho, hablé con Mike Middleton sobre cómo las pinturas originales de Jorge Cocco Santángelo representan siete funciones del Salvador que la escuela anima a sus estudiantes a emular. Mike me dijo que hay casi doscientas facultades de derecho en Estados Unidos, pero BYU es la única en la que el Salvador es parte del currículo.
Mike entonces dijo: “Creo que Jesús camina por los pasillos de la facultad de derecho con estos estudiantes”.
Cuando él dijo estas palabras, el Espíritu me testificó con un tierno sentimiento de calidez en mi alma que sí, sí, Él lo hace.
Entonces me vino el pensamiento: “No solo camina con los estudiantes en los pasillos de la facultad de derecho, sino que camina al lado de los estudiantes en cada pasillo de este campus”.
Espero que ustedes puedan sentirlo también y puedan recibir un testimonio de que Él está a su lado en su camino de llegar a ser. Parte de llegar a ser es reconocer que todavía no estamos allí y que, “después de hacer cuanto podamos”30, necesitamos la Expiación y la gracia de nuestro Salvador para llevarnos allí.
En el artículo de revista “La diferencia positiva que puede marcar la gracia de Cristo,” Bradley R. Wilcox, Primer Consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes, escribió:
Decidí enseñar más claramente, como el presidente Russell M. Nelson ha enseñado, que “el arrepentimiento…es un proceso” [tal como nosotros lo somos] que a menudo requiere tiempo y esfuerzo repetido. Quería que los miembros de mi barrio supieran que Dios nos encuentra donde estamos y nos ofrece la gracia para ayudarnos a lo largo de todo el proceso de perfeccionamiento, dure lo que dure31.
¡Al aceptar su identidad como discípulos de Cristo, sepan que Él está allí con ustedes en cada paso del camino!
Reflejar la luz de Cristo
Al hacer referencia al vitral del que hablé al inicio de mi discurso, creo que cada uno de ustedes es como un pedazo de vidrio sin pulir en las manos del Artista Maestro, el Creador de nuestro mundo. Él conoce su textura, su color y su valor. Él entiende completamente su potencial, y si le permiten que les dé forma y tal vez incluso que bisele algunos de sus bordes, Él los colocará en el lugar exacto donde podrán tener el mayor impacto en Su obra maestra de creación. Al igual que el pedazo de vidrio en un vitral, ustedes son hermosos, y hacen una valiosa contribución por su cuenta. No obstante, cuando permiten que la luz de Cristo brille a través de su rostro, su influencia se expande, permitiéndoles desempeñar una función más grande en la obra y en los milagros de los que habló el presidente Nelson para los días venideros32.
Espero ver en lo que BYU se convierte en esta última mitad de su segundo siglo, pero estoy más deseosa por aprender lo que ustedes llegarán a ser a medida que acepten su identidad divina como hijos de Dios, hijos del convenio y discípulos de Jesucristo.
¡Espero que ustedes puedan sentir la magnitud del amor que Él tiene por ustedes y que hayan captado un destello de su identidad divina! Amo a nuestro Salvador, y digo estas cosas en Su sagrado nombre, Jesucristo. Amén.
© Brigham Young University. Todos los derechos reservados.
- Véase “Evento mundial de discusión para los jóvenes de enero: ‘Soy discípulo de Jesucristo’”, video transmitido, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 28 de enero de 2024. churchofjesuschrist.org/media/video/2024-01-0010-january-worldwide-discussion-event-for-youth-i-am-a-disciple-of-jesus-christ.
- Véase “Evento mundial de discusión de enero” 23:29–27:56.
- Spencer W. Kimball, “El segundo siglo de la Universidad Brigham Young”, discurso de BYU, 10 de octubre de 1975; Kimball, “Education for Eternity”, discurso al profesorado y al personal de BYU, 12 de septiembre de 1967. Véase también “dual heritage” (doble herencia) en Kimball, “Installation of and Charge to the President ”, discurso pronunciado en la inauguración de Jeffrey R. Holland como presidente de BYU, 14 de noviembre de 1980.
- C. Shane Reese, “Becoming BYU: An Inaugural Response”, discurso pronunciado en su inauguración como presidente de BYU, 19 September 2023.
- Dallin H. Oaks, “El desafío de lo que debemos llegar a ser” , Liahona, noviembre de 2000; énfasis en el original.
- Véase Kimball, “Segundo siglo”.
- Kimball, “Education for Eternity”.
- Kimball, “Segundo siglo”.
- Kimball, “Installation of and Charge to the President”. Véanse también “dual heritage” (doble herencia) en Kimball, “Education for Eternity”; Kimball, “Segundo siglo”.
- D. y C. 88:118.
- Véase Russell M. Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestra vida”, Liahona, mayo de 2018.
- El vitral del Templo de Roma, Italia fue creado por Holdman Studios, propiedad de Tom y Gayle Holdman; abarca las contribuciones de cientos de artistas. Tom Holdman describió la creación de las estrellas de cristal en “The Desire to Create Is Inside Each Human Soul—Part 4”, Holdman Studios (blog), 21 de febrero de 2020, holdmanstudios.com/blog/2020/2/19/the-desire-to-create-is-inside-each-human-soul-part-4.
- Kimball, “Segundo siglo”.
- Russell M. Nelson, “The Tie between Science and Religion”, discurso pronunciado en la dedicación del Edificio de Ciencias Biológicas de BYU, 9 de abril de 2015.
- Cien días antes de cumplir cien años, el presidente Russell M. Nelson se refirió a la imagen bíblica del Buen Pastor que dejó a las noventa y nueve para ir en busca de la una. A continuación, invitó a los miembros de la Iglesia a que se acercaran con amor y servicio a “cada persona en particular” en sus vidas “que tal vez se sienta perdida o sola”. (Facebook, 1 de junio de 2024). Esta publicación en las redes sociales dio inicio a la iniciativa de los noventa y nueve más uno (#99más1), que concluyó con el cumpleaños del presidente Nelson el 9 de septiembre de 2024. Véase “99 +1: El presidente Nelson invita a todos a ofrecer un regalo de amor por su cumpleaños número 100”, Sala de prensa, Iglesia de Jesucristo, 19 de agosto de 2024, noticias.laiglesiadejesucristo.org/articulo/99-1-el-presidente-nelson-invita-a-todos-a-ofrecer-un-regalo-de-amor-por-su-cumpleanos-numero-100.
- Véase Jannalee Sandau, “The Couple Behind Windows in 80 Temples + Miracles Creating Stained Glass for Rome, Texas, and More”, LDS Living, 27 de enero de 2019, ldsliving.com/the-couple-behind-windows-in-80-temples-miracles-creating-stained-glass-for-rome-texas-and-more/s/90065.
- “Develop and Implement a Global Campaign on Salinization”, Sustainable Development, Department of Economic and Social Affairs, Naciones Unidas, sdgs.un.org/partnerships/develop-and-implement-global-campaign-salinization.
- Véase John Vidal, “As Salt Builds Up in Soils Around the World, Farmers and Conservationists Seek Solutions”, Water News, Circle of Blue, 30 de abril de 2019, circleofblue.org/2019/world/as-salt-builds-up-in-soils-around-the-world-farmers-and-conservationists-seek-solutions.
- Véase “Un año en las vidas de pequeños agricultores”, Noticias, Grupo del Banco Mundial, 25 de febrero de 2016, worldbank.org/es/news/feature/2016/02/25/a-year-in-the-lives-of-smallholder-farming-families.
- Russell M. Nelson, “Decisiones para la eternidad”, devocional mundial para jóvenes adultos, 15 de mayo de 2022.
- Dale G. Renlund, “Stronger and Closer Connection to God through Multiple Covenants”, devocional de BYU, 5 de marzo de 2024.
- David A. Bednar, “‘Walk in the Meedness of My Spirit’ (D. y C. 19:23)”, discurso de la conferencia universitaria de BYU, 28 de agosto de 2017.
- Ben Barton, citado en Parker Smith, “Reimagining the Playing Field”, Impact, Primavera de 2024, pág. 8.
- Callie Floyd, citado en Smith, “Reimagining the Playing Field”, pág. 8.
- Thomas S. Monson, “El Espíritu vivifica”, Liahona, julio de 1985, pág. 65.
- El presidente Spencer W. Kimball dijo:
No podemos hacer estas cosas [en BYU] a menos que continuemos, en el segundo siglo, preocupándonos por las cualidades y habilidades espirituales de aquellos que enseñan aquí. En el libro de Mosíah leemos: “Ni confiéis en nadie para que sea vuestro maestro ni vuestro ministro, a menos que sea un hombre de Dios, que ande en sus vías y guarde sus mandamientos”. [“Segundo siglo”; citando Mosíah 23:14]
- Henry B. Eyring, “Hijos y discípulos”, Ensign, May 2003.
- Eyring, “Hijos y discípulos”.
- Emily Belle Freeman, “Day Three: A Common Thread” 21 Days Closer to Christ (Salt Lake City: Deseret Book, 2007), págs. 17–18; también se incluye en Freeman, Closer to Christ (Salt Lake City: Deseret Book, 2018), pág. 16.
- 2 Nefi 25:23.
- Bradley R. Wilcox, “La diferencia positiva que puede hacer la gracia de Cristo” Para la fortaleza de la juventud, marzo de 2024; citando a Russell M. Nelson, “Podemos actuar mejor y ser mejores”, Liahona, mayo de 2019. Véase también Mosíah 26:30; Moroni 6:8; Doctrina y Convenios 1:31–32.
- Véase Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”.

Tonya H. Fischio, directora asistente de comunicaciones de la Facultad de Ciencias Biológicas de BYU, pronunció este devocional el 16 de julio de 2024.